Balance


Todas las personas necesitamos querer. Una mitad quiere a la otra mitad del mundo el asunto es determinar cuánto te quieren y cuánto están dispuesto a dar por obtener tu cariño, por conservarlo. Se puede querer a un perro y a un par de zapatos viejos que no usamos. Ese cariño también se traslada "cuantitativamente" a las personas. Se las tiene por costumbre, porque están, porque son fáciles, no incomodan, sirven y te dan. "Tengo un millón de amigos" pero, cuáles son los verdaderos amigos? Uno es amigo de todas las personas de la misma forma?

A poco esfuerzo gran ganancia. Revisemos cuánto te quieren y cuánto te dan y luego visualicemos cuánto queremos nosotros y cuánto le damos. Construyamos un racional y coherente debe y haber equilibrado sino uno termina encontrándose total y absolutamente vacío, desgastado, cargando pesadas mochilas que no nos corresponden.

Viene fin de año, época de balances y vengo en franco déficit. Tres años de mi vida en la nada, atornillada en mi pasado, en mis dolores viejos, en no poder desprenderme de los viejos quereres por miedo y por cobarde. Es más fácil construir sobre la vida de los demás que en la propia aunque requiere mucho más esfuerzo porque nunca hay una devolución en logros y prosperidad sobre uno sino sobre el otro. El otro triunfa y uno se posterga.

Comentarios

  1. Yo en fin de año no hago balances, pero en mis cumpleaños si. La verdad es que vienen cerrando todos en rojo...
    Sigo solterito y con apuros... el problema es algo parecido a lo que vos planteas: lo que me dan, lo que doy, lo que espero, lo que esperan.
    Que se yo, no se lo que quiero, pero lo quiero ya, y a la vez, se lo que no quiero... no me entiendo ni yo.
    No se, falta mucho para mis 24, asi que aun tengo tiempo de que el balance este no cierre TAN en rojo...

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