Construyendo mi oxímoron
La felicidad no es algo que cae del cielo o desde el pensamiento religioso judeo cristiano que nos indica que si nos portamos bien y hacemos caso, Dios el gran padre nos va a premiar siendo felices. El mandato premio castigo nos persigue durante toda nuestra existencia y el deseo infantil de "portarnos bien" significará la meta de que "seremos felices y comeremos perdices" pero portarnos bien que significa? Hacer caso a lo que nos mandan nuestros padres, nuestras parejas, nuestros hijos, nuestros maestros... Vivimos portándonos bien con la sociedad, con lo que nos rodea pero nos portamos bien con nosotros mismos? Estamos de acuerdo con lo que sentimos y hacemos? Hacemos lo que realmente sentimos y queremos o sólo lo que debemos? Nos preguntamos si queremos hacer o tal cosa o las hacemos para que el otro no se enoje y nos castigue? La imagen de un Jesús colgado de la cruz para salvarnos tiene una violencia desgarradora que nos llena de culpa y no nos hace olvidar jam