Me lo merezco: Identidad y presencia en la red

7.860 resultados en Google desde 1999 a la fecha
El 17 de julio de 1999 entré a este inmenso océano de lenguaje binario como me gusta referirme a Internet. Desde entonces he recorrido aguas inhóspitas y aguas multitudinarias. Tuve buenas y malas experiencias. Crecí, aprendí y me reformulé mirándome en distintos cristales.

Intenté siempre ser honesta y mostrarme tal cual soy, no creo en la diferencia de ser distinta al plano real. No me interesó ni me hubiera servido en esta búsqueda personal de mi vida en el día a día.
Construí castillos firmes y castillos de naipes, me encantó siempre su velocidad y su diversidad. Tuve un millón de amigos y, algunos quedaron desde entonces, la mayoría se disgregaron pero vendrán nuevos, incluso los que me lean o me descubran cuando yo ya no esté en carne y hueso en este mundo físico, perduraré virtualmente mientras internet exista.

Pero la vida es así, un ir y venir intensos y, todo lo que intentamos retener se pierde quiza porque no advertimos que los que cambiamos somos nosotros, o hay cosas que ya no necesitamos.

Xelda en el principio fue un nick pero hoy es, por decisión propia, parte de mi nombre y que luzco orgullosa. Xelda está intimamente enraizada a mi nombre biológico Norma Isabel: Norma por mi madre, Isabel por mi abuela, mujeres fuertes e intensas que marcaron mi identidad.

Mi abuela Isabel fue mi mentora y musa inspiradora en la mujer fuerte y aguerrida, valiente y transgresora. Generosa y sociable, sobreviviente a fuerza de luchar contra los molinos de viento. Amó la libertad espiritual por sobre todas las cosas y me la enseñó para ser mi fuerza inspiradora.
Mi madre Norma fue la mujer luchadora incansable que a fuerza de dolor y golpes construyó su profesión de periodista y comunicadora. Mujer bella y admirada que nunca nadie pudo opacar en belleza y éxito.
De esa confluencia de mujeres surjo yo: Norma Isabel que tuvo que saber sobrellevar tanta prosapia y estigma que durante años reformuló y delimitó en terapias varias.

Xelda surge desde internet y es a la vez de la unión de todas ellas con un giro propio y mutante donde también confluye mi amada profesión, el diseño gráfico y diseño web (en el 2004).

Xelda fue niña, también la adolescente que curiosamente lo inspecciona y lo ve todo. También fue la mujer adulta que, algunos dirán por deformación profesional, aprende y necesita saberlo todo. Pero, por sobre todas las cosas, porque esta caja de pandora es inacabable en sorpresas y diversión y la amo.

Internet reune todas mis pasiones a la misma vez: lectura, arte, musica, cine, teatro, comunicación, investigación, opinión....

Multitudiario espectro de espejos de colores donde, apretando la combinación adecuada, logro encontrarlo todo y me lleva a mundos impensados...  por eso amo su libertad y lucho porque continúe así para las generaciones que vienen.

Desde 1999 he dejado guijarros de mi camino, probando, inspeccionando, chusmeando, husmeando, opinando, compartiendo, riendo y llorando. Todos mis sentimientos y emociones que conforman mi identidad y expanden mi mente están aquí. Los guijarros que he dejado por internet proyectan mi huella, mi marca, mi tránsito por la vida y por este océano cual pequeños faros inconscientes donde me pueda volver a encontrar, si algun día me pierdo o incluso me conmuevo, por el camino recorrido.
Es mi orgullo, es mi identidad, es mi cueva de Altamira, es mi presencia en la red, soy yo: la peor de todas.

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