Homenajeando a mi Freya

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Freya, la Diosa del Amor.

Freya, la hermosa diosa nórdica de la belleza y el amor, era hermana de Frey e hija de Njörd y Nerthus, o Skadi. Ella era la más hermosa y la más querida de entre todas las diosas y, mientras que en Alemania se la identificaba con Frigg, en Noruega, Suecia, Dinamarca e Islandia era considerada como una divinidad diferente. Freya, al haber nacido en Vaneheim, también
era conocida como Vanedis, la diosa de los Vanes, o como Vanebride.

Cuando llegó a Asgard, los dioses quedaron tan prendados por su belleza y elegancia que le concedieron el reino de Folkvang y el gran palacio de Sessrymnir (el espacioso de asientos), donde le aseguraron que podría acomodar fácilmente a todos sus invitados.
Aunque diosa del amor, Freya no era apacible y amante de los placeres, pues las antiguas razas
nórdicas pensaban que ella tenía gustos muy marciales y que con el nombre de Valfreya solía encabezar a menudo a las valkirias en el campo de batalla, escogiendo y reclamando la mitad de los héroes muertos. Así que era representada con un corselete y un casco, escudo y lanza, estando únicamente la mitad inferior de su cuerpo vestida con el atavío suelto habitual de las mujeres.

Freya transportaba a los muertos electos hasta Folkvang, donde eran debidamente agasajados.
Allí eran bienvenidas también todas las doncellas puras y las esposas fieles, para que pudieran disfrutar de la compañía de sus amantes y esposos después de la muerte. Los encantos de
su morada le resultaban tan seductores a las heroicas mujeres nórdicas que a menudo corrían a la batalla cuando sus amados habían muerto, con la esperanza de correr la misma suerte, o se dejaban caer sobre sus espadas, o ardían voluntariamente en la misma pira funeraria
en la que quemaban los restos de sus amados.

Ya que se pensaba que Freya prestaba oídos a las oraciones de los amantes, éstos
la solían invocar a menudo y era costumbre el componer canciones de amor en su honor, las cuales se cantaban en ocasiones festivas. En Alemania, su nombre se usaba con el significado del verbo "cortejar".

Freya y Odur.

Freya, la diosa de cabellos dorados y ojos azules, era también, en ocasiones, considerada
como la personificación de la Tierra. Como tal, se desposó con Odur, un símbolo del Sol veraniego, a quien ella amaba mucho y con el que tuvo dos hijas, Hnoss y Gersemi. Estas doncellas eran tan hermosas que todas las cosas bellas eran denominadas con sus nombres.


Mientras Odur permaneciera a su lado, Freya estaba sonriente y era completamente feliz. Pero Odur era de espíritu inquieto y cansado de la vida sedentaria, abandonó un día el hogar súbitamente y se dedicó a vagar por el ancho mundo. Freya, triste y abandonada, lloró largamente, cayendo sus lágrimas sobre las duras rocas, ablandándolas. Se dice que incluso llegaron a introducirse en el mismo centro de las piedras, donde se transformaron en oro. Algunas lágrimas cayeron al mar y fueron a transformadas en ámbar.

Cansada de su condición de viuda y anhelando tomar a su marido en sus brazos una vez más,
Freya emprendió finalmente su búsqueda, atravesando muchas tierras, donde se la conoció por diferentes nombres, como Mardel, Horn, Gefn, Syr, Skialf y Thrung, interrogando a todos los que se encontraba en su paso, sobre si habían visto a su esposo y derramando tantas
lágrimas en todas partes que el oro se encuentra en todos los rincones de la Tierra.

Muy lejos, en el soleado sur, Freya encontró finalmente a Odur y, tras serle devuelto todo
su amor, ella fue feliz de nuevo, tan radiante como lo había sido de novia. Es quizá debido a que Freya encontró a su esposo bajo un floreciente arrayán que las prometidas nórdicas, incluso hoy día, visten el mirto en vez de la convencional corona de naranjas que se da en otros climas.


Mano a mano, Odur y Freya emprendieron de nuevo el camino a casa y a la luz de su felicidad,
la hierba creció verde, las flores brotaron y los pájaros cantaron, pues toda la naturaleza simpatizaba tan enérgicamente con la alegría de Freya como se afligía con ella cuando
se encontraba triste.

Las más hermosas plantas y flores en el Norte eran llamadas cabellos de Freya o rocío
del ojo de Freya, mientras que la mariposa era conocida como la gallina de Freya. También se suponía que esta diosa sentía un afecto especial por los hados, a los que gustaba observar danzar a la luz de la Luna, y a los que reservaba sus más delicadas flores y su más dulce miel. Odur, el esposo de Freya, además de ser considerado como una personificación del Sol, también
era considerado como un símbolo de la pasión, o de los embriagantes
placeres del amor, por lo que los antiguos declaraban que no era de extrañar
que su esposa no pudiera ser feliz sin él.

El Collar de Freya.

Siendo la diosa de la belleza, Freya, naturalmente, era aficcionada a los vestidos, a los
ornamentos relucientes y las joyas preciosas. Un día, mientras se encontraba en Svartalfheim, el reino bajo tierra, vio a cuatro enanos fabricando el más bello collar que ella había visto nunca.
Casi fuera de sí por el deseo de poseer este tesoro, llamado Brisingamen y era un símbolo de las estrellas, o de la fertilidad de la tierra, Freya imploró a los enanos para que se lo regalaran; pero ellos rehusaron hacer tal cosa, a menos que ella les prometiera concederles su amparo. Tras obtener el collar a este precio, Freya se apresuró a ponérselo y su esplendor aumentó tanto sus encantos que lo llevó puesto día y noche, pudiéndosela convencer sólo ocasionalmente para que se lo prestara a otras divinidades. Thor, sin embargo, llevó este collar cuando se hizo pasar por Freya en Jötunheim, y Loki lo codició y lo hubiese robado de no haber sido por la vigilancia de Heimdall.

Freya también era la orgullosa propietaria de una vestimenta de halcón, o plumas de halcón, que permitía al que se la ponía volar a través del aire como si fuese un pájaro; esta vestimenta
era tan valiosa que Loki la tomó prestada en dos ocasiones, y la misma Freya la utilizó cuando fue en busca del desaparecido Odur.

Ya que Freya era también considerada como diosa de la fertilidad, a veces era representada conduciendo junto a su hermano Frey el carro tirado por el jabalí de las cerdas de oro, esparciendo, con manos pródigas, frutas y flores para alegrar los corazones de la humanidad. Sin embargo, ella tenía un carro propio, en el que viajaba con frecuencia. Éste era tirado por gatos,
sus animales favoritos, los símbolos del cariño y la sensualidad, o las personificaciones de la fecundidad.

Frey y Freya eran tan venerados en el Norte que sus nombres, con formas modificadas, se utilizan todavía como las palabras "señor" y "señora", y un día de al semana se conoce como día de Freya, el viernes, por la gente angloparlante. Los templos dedicados a Freya eran muy numerosos y fueron mantenidos durante mucho tiempo por sus devotos, el último en Magdeburgo, Alemania, el cual fue destruido por orden del emperador Carlomagno.

La Historia de Ottar y Angantyr.

Los nórdicos solían invocar a Freya no sólo para obtener éxito en el amor, prosperidad y crecimiento, sino también, en ocasiones, para obtener ayuda y protección. Ella se lo concedía a aquellos que la servían fielmente, como aparece en la historia de Ottar y Angantyr, dos hombres que, tras discutir durante algún tiempo debido a sus derechos a cierto plazo de propiedad, expusieron su disputa ante los dioses. La asamblea popular decretó que el hombre que pudiera probar que había descendido de una estirpe más extensa de antepasados nobles sería declarado como el vencedor, designándose día especial para investigar la genealogía de cada demandante.

Ottar, incapaz de recordar los nombres de no pocos de sus antepasados, ofreció sacrificios
a Freya, rogando su ayuda. La diosa escuchó indulgentemente su oración y, apareciéndose ante él, lo transformó en un jabalí, y sobre su lomo cabalgó hasta la morada de la hechicera Hyndla, una célebre bruja. Con amenazas y ruegos, Freya le exigió a la anciana mujer que trazara la genealogía de Ottar hasta Odín y que nombrara cada individuo por su nombre, con un resumen de sus hazañas. Entonces, temiendo que la memoria de su devoto fuera incapaz de retener tantos detalles, Freya también exigió a Hyndla que preparara una poción del recuerdo, la
cual le dio a él a beber.

Así preparado, Ottar se presentó ante la asamblea en el día fechado y con facilidad sospechosa recitó su linaje, nombrando a muchos más antepasados de los que Angantyr pudo recordar, por lo que fue fácilmente recompensado con la posesión de la propiedad que codiciaba.

Los Esposos de Freya.


Freya era tan hermosa que todos los dioses, gigantes y enanos anhelaron su amor e intentaron
a su vez obtenerla como esposa. Pero Freya desdenó a los feos gigantes, e incluso rechazó a Thrym cuando Loki y Thor la urgieron a aceptarlo por esposo. No era tan inflexible cuando se trataba de dioses, si diversos mitólogos están en lo cierto, pues se dice que como personificación
de la Tierra se desposó con Odín (el cielo), Frey (la lluvia fertilizante), Odur (la luz del Sol), etc., hasta que aparentemente se mereció las acusaciones lanzadas contra ella por el desalmado Loki
de haber amado y haberse casado con todos los dioses.

El Culto a Freya.

Era costumbre en ocasiones solemnes el beber a la salud de Freya junto a la de los otros dioses y, cuando al cristiandad se introdujo en el Norte, este brindis fue trasladado a la Virgen o a la Santa Gertrudis; la misma Freya, como todas las divinidades paganas, fue declarada como un demonio o una bruja y desterrada a los picos de las montañas noruegas, suecas o alemanas, donde el Brocken es señalado como su morada especial y el lugar de cita general
de su séquito de demonios en el Valpurgisnacht.

Ya que la golondrina, el cuco y el gato fueron sagrados para Freya en tiempos paganos, se suponía que estas criaturas tenían cualidades demoníacas, e incluso hoy en día se retrata a las brujas con gatos negros como el carbón a su lado.

Rescato este texto porque Freya es un nick que me regalaron hace mucho tiempo y que amo por toda la figura mitológica que representa y que de alguna forma también simboliza muchos valores que elijo en mi vida.





The Sword - Freya (Metal) Age of winter (2006)

A sword of fire and an axe of cold
Vision of the Sibyl has foretold
Armies gather on the battle-plain
All will fall and earth will die in flame

Here on the battle-plain
We will die in flame

In falcon's feathers soaring overhead
Choosing warriors among the dead
Twilight written in the runes of crones
Freya weeps upon her golden throne

Upon her golden throne
We wait for her alone
Call us unto you hall
Take us into your thrall

The battle rages, but they fight in vain

When all is done it must begin again

The sword es una banda de metal pesado de Austin, Texas. La banda se formó en 2003 en Austin, Texas por JD Cronise. Cronise, guitarrista y vocalista que habia tocado con Los Those Peabodys, buscaron a cabo una serie de músicos hasta que finalmente el montaje de la banda por completo con ritmo guitarrista Kyle Shutt, Bryan bajista y el baterista Richie Trivett Wingo.

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