Los heterosexuales también estamos en el placard


Publicado en El Anden Periódico Gratuito Nº 2 (Junio) pag. 02 . Propiedad de Ana María Falco
www.elanden-am.com.ar

Autora: Norma Jara

Internet es un mundo interesante en donde uno/a descubre cómo los deseos sexuales de todos/as, desde la protección que da el estar detrás de una pantalla, se desarrollan.
Existen sitios de contactos donde uno/a ingresa su perfil —real o inventado— para conocer gente. Todos/as buscamos algo pero, a la hora de ser honestos y decir qué necesitamos, comienza la duda o la mentira.
También hay sitios web en donde el conocer gente es menos light y la oferta de sexo es más frontal.
Ahí también se observa que la heterosexualidad y sus deseos se ocultan bajo fachadas incluso hasta bizarras.
La definición de heterosexual queda como cliché y los gustos o prácticas sexuales se confunden en solicitudes como “busco parejas”, “parejas de mujeres”, “parejas de hombres”, “crossdresser”, “travestis”. Ser hétero sólo es una etiqueta fuera de contexto.
Todos buscan, fantasean o miran en las salas de video chat, ocultos detrás de perfiles "aceptables" pero desde esa virtualidad el qué les gusta, qué desean se amplía y la famosa propuesta de: "si se da" todo puede ser.
Pero el mostrar la cara jamás, el “qué dirán” se impone: “tengo un trabajo que me lo impide pero tengo cámara web y fotos que te puedo mostrar por mensajero o por email”. Sí en el perfil parece ser válido y aceptable poner fotos de la genitalidad tanto de mujeres como de hombres, pero, la cara, no se da.
Por lo cual uno/a se pregunta si exponer lo íntimo está mejor visto que hacerse cargo de su sexualidad y de lo que se desea.
Obviamente para eso está la homosexualidad, los otros y otras que sí dan la cara y luchan por vivir en una sociedad igualitaria, casarse, adoptar o tener hijos/as pero ellos/as, según las pautas sociales, son los diferentes.
Los "normales heterosexuales" que se horrorizan son los que muestran su genitalidad y destacan sus deseos sexuales desdibujados en una experiencia con otra pareja, o sexo grupal, o swinger... Las opciones son variadas y en el fragor de una noche lujuriosa todo está permitido pero queda escondido, la pasión, el sexo y rock and roll se olvidan y a la mañana todos/as con traje y vestidos de oficina seguimos siendo "los normales" y los que señalamos con el dedo a los "distintos" cuchicheando en los pasillos sobre fulano o mengana.
Creo que desde ese lugar lo hétero está hoy mucho más en el placard o en closet y por ese motivo hoy vive una crisis profunda desde su vinculación, desde mandatos culturales que ya no siente, no cree y no practica. Los/as homosexuales se expusieron, sufriendo años de persecución pero hoy asumidos/as en su identidad de género y sus prácticas sexuales luchan por sus derechos y por una sociedad más justa en donde sean aceptados/as.
Como contraposición lo hétero sigue escondido bajo fachadas de "esto no se habla" y sufre su insatisfacción, su falta de honestidad pretendiendo sojuzgar al diferente para sentirse protegido, incuestionado y superior.
Porque si "los diferentes" ocupan un lugar desde la autenticidad, ¿en qué lugar quedamos los heterosexuales de la mano de la hipocresía?

Mi primer nota periodística publicada en un medio gráfico sobre cuestiones de género, estoy feliz. Xelda45

Comentarios

  1. Anónimo7:23 p.m.

    Me llegó el correo...y asumí que también habías puesto el artículo en el Blog, así es que aquí estoy para interiorizarme de lo publicado.

    Que los deseos y las fantasías sexuales agarran alas en Internet, es muy cierto...pero en lo personal, no me he apartado de lo que se podría llamar conducta heterosexual; no puedo decir que de esta agua no beberé...pero me gustan demasiado las mujeres, jejeje.

    Noto cierta aperura en cuanto a fantasías eróticas (con la debida protección al menor), pero falta mucho por avanzar en nuestras sociedades; principalmente, de parte de nosotros mismos. Saludos cordiales y felicidades.

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