Como siempre adscribiéndome a utopías e ideas bellas. Emprendiendo luchas contra molinos de viento mientras la mediocridad espiritual y mental avanza inexorablemente en esta civilización que nos aqueja. Navegando por ahí, entré a la Escuela de Escritores que está haciendo una campaña de Apadrinar una palabra en Extinción y buscando en las que no están apadrinadas (para no caer en repetitiva) postulé mi palabra querida: Tirifilo. http://www.reservadepalabras.org/apadrina-listar.php?palabra=tirifilo Enraizada en el lunfardo describe a un petimetre pero con características muy particulares y nacionales. Flaquito, imberbe con un aire de niño triste y solitario (eso representa para mi un tirifilo) y la sigo usando aunque debo explicarla bastante a estas nuevas generaciones. Recorriendo las palabras apadrinadas surgen un montón de recuerdos qué, desde la lectura adolescente de los clásicos, de la riqueza maravillosa que posee nuestra lengua y que hoy se circunscribe a un lenguaje p...
Enlace a nota original La historia de Carl Brashear es muy conocida, casi legendaria, en los ambientes navales de Estados unidos. Antes de retirarse, se convirtió en el primer Comandante en Jefe y Buzo de alta mar afroamericano en la historia naval de ese país, a pesar de un accidente que lo dejó lisiado. La lucha de Brashear para unirse a la singular unidad de buzos de alta mar de la Marina y alcanzar su puesto más alto fue un reto personal. Brashear nació en 1931, era hijo de un familia de campesinos en Sonora, Kentucky. En 1958 se unió a la Marina a la edad de 17 años; el mismo año en que el presidente Truman abolió la segregación en la milicia de los Estados Unidos. Pero el lugar no era lo que esperaba. De pronto se encontró asignado y confinado a una galera, como todos las personas de color y filipinos de la época. Pero una vez que observó la especialidad del buceo de alta mar, Brashear se comprometió consigo mismo en hacerla su profesión, que era inaudito para un marinero de colo...
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