Fluxus: el antiarte

Nunca se termina de aprender y descubrir. Sólo sé que no se nada... by Xelda45



El movimiento Fluxus, surge a principios de los años 60 en Estados Unidos como una consecuencia de la Guerra de Vietnam. Los herederos del Dadaísmo y el Surrealismo reaccionan frente al Arte institucionalizado que consideran un impedimento para la libertad creativa. La nueva realidad política y social requería de nuevos lenguajes para interpretarla y así nació Fluxus.

Fue el artista lituano Georges Maciunas quien empleó por primera vez ese término latino que significa fluir, dejar correr. Era el año 1962 y pretendía subrayar el aspecto efluente de unas obras que nacen y mueren prácticamente en el mismo lugar y momento en que se crean. El Arte Fluxus aúna todas las expresiones, desde la música a las artes plásticas, y aspira a hibridar lo culto y lo popular. El resultado es una actuación interactiva en la que la participación del espectador es fundamental y el valor mercantil de la obra es prácticamente inexistente.

El movimiento Fluxus pretende desacralizar el objeto y hacer Arte con la propia vida. Panfletos, carteles, y otras herramientas del mundo publicitario son casi siempre parte del espectáculo.

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Si explicamos Fluxus por sus nombres, Fluxus será, sobre todo, John Cage, Ono, Nam Jun Paik y Joseph Beuys. Estrellas cuyo nombre propio va por delante del grupo. Si se explica por la historia del arte la conexión es directa hacia Marcel Duchamp y el anti-arte del dadaísmo. Pero en plena Guerra Fría, esta asociación multidisciplinaria que traficaba obras por correo (de Nueva York a Berlín y Tokio) tuvo el carácter de una conspiración que negaba la ruptura vigente del mundo. Con esa obsesión por las instrucciones (teóricos como Peter Weibel ven allí una anticipación del arte interactivo siglo XXI), los Fluxus parecían concebir el manual de uso de la inminente catarsis cultural de los 60.

El nombre y la razón del movimiento salieron de George Maciunas, un lituano emigrado a EE.UU. que se comportó —entre 1960 y 1978— como un empresario espiritual aglutinante. Entrada y salida de la muestra en Malba fueron hechas especialmente en su memoria. "Fluxus-piano-Lituania" es una ¿escultura? de Wolf Vostell (célebre destructor de televisores) que cita en un instante de tiempo y espacio un piano vertical, carritos de supermercado, valijas viejas. A la proximidad del observador/usuario, el objeto activa una luz y una grabación. Contradiciendo su perfil aparatoso, es un poderoso ejercicio de síntesis. En el piano Vostell expresa el especial énfasis que Fluxus, a diferencia de otras vanguardias, puso en la música. Luego, las valijas, como idea de recorrido, de flujo (fluxus), de Internet antes de Internet.

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