Recordandote...



Te conocí por julio del 2008 con mi corazón lastimado por un amante ingrato desde esa constante relacion de amor sufrimiento que signa mi destino de mujer... otro corazón lastimado más de tantas historias de hombres y mujeres.

Tu letra roja, tu foto intrigante y segmentada y tu madurez y tu ternura que calmaban a esa niña triste y caprichosa que lloraba e intentaba retener lo que nunca le había pertenecido.

Noche a noche nos acompañábamos en largas horas de chat contándonos cosas y en donde tus consejos eran permanentes y en donde tu besos niña y tu rosa final me fueron conteniendo.

Los mensajes de texto y un sábado (09/08/2008) lleno de tristeza y soledad en donde mi pedido desesperado de compañía te hicieron recorrer un largo camino y una invitación a ver peliculas.

Toda la facilidad que tenías para escribir por chat se convirtieron en un ser tímido y callado personalmente con ojos tristes, un caballero templario con una cruz muy pesada, un corazón inmenso que tenía como prioridad proteger y cuidar a su mamá pero que aún tenía resto para consolar a niñas tristes y desamparadas por desamor.

Fue una charla de muchas horas contándonos nuestras historias de vida en donde una mujer que habías querido me hizo envidiarla y un beso que me sorprendió en el amanecer, pero que le pertenecía a esa mujer que había sido importante en tu vida y que me robaste en la cocina y que mereció una respuesta defensiva que te lastimó y que a mí me confundió mucho más.

La curiosidad y el deseo de conocerte provocaron que a la semana siguiente volvieras a mi casa y que nuestras defensas terminaran en una escena llena de tristeza y enojo. Nuestras historias personales seguían enredándose en lo que queríamos o creíamos querer. La pasión que estalla y los caminos se unen desde una sexualidad compleja para ambos.

En mi fotolog escribía un poema:

Rosas en mensajes, pétalo delicado de tu piel

19/08/08

Recorrer cada línea de tu cuerpo deseando fundirme en tu piel para darte esa pasión que clama tu deseo. Ser tu hechizera y navegar en el oleaje de tu lujuria escondida y olvidada.
Enredada en tus ojos oscuros que me dicen que viniste a buscar más para perdernos juntos en la locura de la pasión.
Sólo un instante mágico y fugaz que queda detenido en el jadeo de una noche única e irrepetible porque ya te habrás ido.
Huyes con el recuerdo de esa mujer que amas y odias pero no puedes arrancar de tu alma.
Eres hermoso... figura delicada de piel suave casi femenina y sin embargo maravillosamente viril.
Hermético y torturado me seduces con cada rosa de tus mensajes.
Quieres cuidarme y protegerme pero quien me puede proteger de tu falta de ternura y de tu soledad?
Sólo somos una huella en nuestra alma y nuestra piel sabrá reconocernos en nuestras noches de soledad.
Un amante más que se pierde en la noche oscura...
Pensaba que era otra noche que se sumiría en el vacío y en la descartabilidad que nos toca vivir como personas, colleccionistas de figuritas desde el hastío.

Pero por esos extraños designios de la vida y sin proponernoslo fuimos construyendo un camino desde la libertad, el afecto, la honestidad y el respeto que en estos días cumple ya dos años.

Desde el ahora, desde el nunca jamás, hemos llegado a poder sonreír y compartir el día a día, a veces es un mensaje, a veces es una charla, a veces es un silencio, pero es un estadío de paz profundo en donde hay armonía, donde podemos quitarnos las corazas y arrebujarnos uno con el otro para sentirnos protegidos y descansar de tanta lucha...

Y en este camino transcurrido ocurrieron cosas malas y buenas pero hay algo que permanecerá en mi piel y es mi tortuga, compañera inseparable de león. Gracias por estar... cerca... te quiero mucho y anhelo que por muchos años más.

Sé que odias los aniversarios pero porque sos joven cuando uno alberga años las cosas buenas hay que festejarlas y valorarlas por su peso en el tiempo, hay tanto que se disgrega y desaparece que es importante recordar lo que aun perdura en el presente. Además, no dejo de ser en algún lugar una niña... Me has regalado muchos momentos que atesoro y valoro pero sobre todo amo tu honestidad, el brillo de tus ojos y tus abrazos. Gracias por cuidarme.

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