Sobre el Apego


Estoy buscando información sobre el reemplazo de figuras afectivas y me encuentro con la "Teoría del Apego".

La Teoría del Apego, esta es una teoría iniciada en los años cincuenta que parte de una perspectiva etológica, bien a tono con los derroteros epistemológicos de su tiempo. Sus principales exponentes, J. Bolwby y M. Aisworth plantean que la separación producida entre un niño pequeño y una figura de apego es de por sí perturbadora y suministra las condiciones necesarias para que se experimente con facilidad un miedo muy intenso. Como resultado, cuando el niño visualiza ulteriores perspectivas de separación, surge en él cierto grado de ansiedad. El propio Bolwby cree que su planteo es una combinación de la Teoría de las señales y de la Teoría del apego frustrado (Bolwby, 1985).

La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o zozobra de un niño o un adulto es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto. Cuando Bowlby se refiere a presencia de la figura de apego quiere decir no tanto presencia real inmediata sino accesibilidad inmediata. La figura de apego no sólo debe estar accesible sino responder de manera apropiada dando protección y consuelo.

Su teoría defiende tres postulados básicos:
  • Cuando un individuo confía en contar con la presencia o apoyo de la figura de apego siempre que la necesite, será mucho menos propenso a experimentar miedos intensos o crónicos que otra persona que no albergue tal grado de confianza.
  • La confianza se va adquiriendo gradualmente durante los años de inmadurez y tiende a subsistir por el resto de la vida.
  • Las diversas expectativas referentes a la accesibilidad y capacidad de respuesta de la figura de apego forjados por diferentes individuos durante sus años inmaduros constituyen un reflejo relativamente fiel de sus experiencias reales.
Fuente

Rescato algunos párrafos que me interesan y me representan de otras páginas sobre el mismo tema:
En conclusión, se observa la importancia del desarrollo de un apego seguro para el buen desenvolvimiento durante la vida de cada una de las personas. El papel de las figuras de apego, la consciencia del cuidado y responsabilidad que recae sobre cada una de ellas nos recalca la trascendencia de la información acerca de que la atención al infante desde el nivel prenatal influye en la evolución diaria de la persona. Se comprueba que más que cantidad de interacción con la madre, lo que importa es la calidad de ella, tal y como lo demuestran las investigaciones realizadas alrededor del trabajo de la figura de apego y sus repercusiones posteriores. De igual forma, la escuela como agente socializador, fomenta experiencias ambivalentes en los pequeños desde muy temprana edad. La reacción que se tenga hacia ella dependerá de la interacción que se tenga en la familia, del temperamento del niño y en muy buena medida de la aceptación e integración que se encuentre tanto de los compañeros de clase (que pueden actuar como el mayor apoyo social en etapas claves del desarrollo) como de los maestros que en muchas ocasiones son las principales figuras de apego durante el proceso de "independencia" de los padres. Cada etapa del desarrollo humano tiene funciones propias que provocan un equilibrio o desequilibrio en la persona según sea o no resuelta satisfactoriamente, y para que el niño enfrente de la manera más saludable y positiva dada una de dichas etapas, es fundamental el desarrollo de la seguridad realista acerca de las posibilidades de un enfrentamiento positivo con el ambiente. También, se destaca la relación estrecha que se tiene de los estilos de apego con las relaciones interpersonales a desarrollar a lo largo de la vida, tanto desde la elección de amigos como de la pareja amorosa en cuestión, subrayando igual que cada individuo puede variar a través de la experiencia en su reacción característica hacia la vida aunque los primeros años marquen de manera trascendental nuestra confianza hacia el mundo externo e interno.
Fuente y mayor información

El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres (o cuidadores) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).

El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente. Está planteamiento también puede observarse en distintas especies animales y que tiene las mismas consecuencias: la proximidad deseada de la madre como base para la protección y la continuidad de la especie.

Wikipedia


Teoría de la Angustia:

"Bowlby considera la angustia como una reacción a las amenazas de pérdida y a la inseguridad en las relaciones de apego. Esto ocurre frecuentemente cuando el sujeto es llevado implícita o explícitamente a creer que no es nada ante los ojos del otro significativo” .

Sobre los modelos representacionales:

El concepto de modelos operativos (MO) o modelos operativos internos es central en la teoría del apego. “Los MO son mapas cognitivos, representaciones, esquemas o guiones que un individuo tiene de sí mismo y de su entorno... Los MO hacen posible la organización de la experiencia subjetiva y de la experiencia cognitiva, además de la conducta adaptativa... Una función de estos modelos es posibilitar el filtrado de información acerca de uno mismo o acerca del mundo exterior... Pueden coexistir varios MO de la misma cosa (particularmente de uno mismo y de otras personas). Pueden mantenerse apartados unos de otros o unirse a través de procesos integradores o sintéticos” (pág. 73).

“Las cualidades definitorias del MO están basadas al menos en dos criterios: (1) si se representa la figura de apego como una persona que en general responderá a las solicitudes de apoyo y protección; y (2) si el niño se juzga a sí mismo como una persona a quien cualquiera, en especial la figura de apego, le ofrecerá su apoyo”
Fuente

Influencias de los working models en las experiencias románticas

Investigaciones sobre la estructura y función de los working models indican que se construyen a lo largo del desarrollo individual como resultante de la interacción con otros (miembros de la familia, pares, etc.) y poseen cuatro componentes interrelacionados:

  1. Memorias de las experiencias de apego
  2. Creencias
  3. Actitudes
  4. Expectativas

Estos modelos dan forma a las respuestas individuales cognitivas, emocionales y comportamentales. Estructuran las respuestas cognitivas en la medida en que las personas prestan atención a aquellos aspectos de una relación que están vinculados con sus propios modelos.(representaciones) Así, por ejemplo, los adultos con un modelo de apego seguro van a enfatizar los aspectos positivos en sus relaciones románticas.
Los working models afectan también las reacciones emocionales inmediatas frente a una determinada situación; en un momento posterior, el procesamiento cognitivo de la situación puede mantener, ampliar o minimizar la respuesta emocional inicial, dependiendo de cómo el individuo interprete la experiencia.
Los modelos afectan también las conductas o comportamientos en la medida en que activan planes y estrategias incorporadas previamente y generan la necesidad de construir otros nuevos.

Influencias de las experiencias románticas en los working models

Varios factores determinan la estabilidad de los modelos.
  1. Los individuos tienden a seleccionar los ambientes en los cuales las creencias acerca de si mismo y de los demás son compartidas.
  2. Los propios sujetos mantienen los modelos que han construido.
  3. Las personas procesan la información de modo tal que sea posible sostener la existencia de sus modelos internos.
La estabilidad de los modelos cambia o se pone en riesgo cuando circunstancias en el entorno son contrarias a los modelos existentes. El impacto de cada experiencia negativa dependerá de su duración y del compromiso emocional que signifique para cada uno.
Los ¨ working models ¨ pueden cambiar cuando un individuo logra o construye una interpretación nueva de sus experiencias pasadas, particularmente de aquellas relacionadas con el apego. Para Bowlby algunos aspectos de esos modelos internos, en especial los que no son accesibles a la conciencia, son especialmente resistentes al cambio.

UNA PROPUESTA PARA EVALUAR EL APEGO EN ADULTOS

En 1987, Hazan y Shaver comenzaron sus estudios sobre el Apego Romántico, adoptando la tipología de Ainsworth que incorpora tres tipos de apego (evitativo, seguro, ambivalente) como marco para la organización de las diferencias individuales relacionadas con los pensamientos, sentimientos y comportamientos de los adultos en las relaciones románticas.
En los últimos años varios investigadores han planteado nuevas formas de medir los patrones de apego romántico en los adultos. En el centro de estos esfuerzos, la psicóloga canadiense Bartholomew (1994) propuso una conceptualización más elaborada de lo que algunos estudiosos del tema han dado en llamar “ orientacio-nes de apego ”, “ patrones de apego ” o “ estilos de apego”. A partir de los reiterados intentos de crear escalas para evaluar esos constructos, se arribó a la conclusión de que existen dos dimensiones mayores subyacentes a las mediciones del apego en el adulto: la ansiedad (frente al abandono o el amor insuficiente) y la evitación (de la intimidad y de la expresión emocional).
Bartholomew señala que aquéllas se pueden organizar en relación con otras dos dimensiones relacionadas con las representaciones de SI MISMO y DEL OTRO:

  1. “modelo de sí mismo” positivo (sí mismo merecedor de amor y de atención) vs. negativo (sí mismo no merecedor)
  2. “modelo de otros” positivo (los otros son vistos como disponibles y protectores) vs. negativo (los otros son poco confiables o rechazantes).

La autora destaca que las combinaciones de dichas dimensiones permiten hablar de cuatro patrones o estilos de apego. Los designa tomando como referente, entre otros, a la tipología de Ainsworth ya mencionada. En función de la combinación de las dos dimensiones con su modalidad positiva o negativa se elaboran cuatro patrones:

  1. “seguro”: grupo positivo-positivo;
  2. “ansioso”: grupo negativo-positivo;
  3. “evitativo”: grupo positivo-negativo;
  4. “temeroso”: grupo negativo-negativo.

  • Los individuos seguros mantienen una percepción positiva tanto de sí mismos como de los otros, mostrándose bien predispuestos para poder acercarse e involucrarse afectivamente con otros. Se sienten cómodos con la intimidad y la autonomía.
  • Los sujetos ansiosos buscan intimar con otros pero temen siempre ser rechazados o desvalorizados.
  • Las personas evitativas otorgan importancia a la realización personal y la auto-confianza a costa de perder la intimidad con otros. Defensivamente, desvalorizan la importancia de los vínculos afectivos.
  • Los individuos temerosos desean intimar con otros pero desconfían de los demás, por lo que evitan involucrarse sentimentalmente. Son muy dependientes y temen ser rechazados.

Fuente: María Elena Brenlla - María Alejandra Carreras – Analía Brizzio


Conclusión personal: Definitivamente el divorcio de mis padres fue el quiebre emocional. Un padre ausente y una madre demasiado ocupada y sacrificada sacándonos adelante. Criarme con una imagen excesivamente fuerte como mi abuela y distintas empleadas domésticas marcó una situacion de inseguridad permanente. Durante mi adolescencia fui rebelde debido a un enojo e inseguridad por toda esa situación de dolor sufrida.
Como defensa estructuré una relación permanente de reemplazo de figuras de apego. Apego-admiración-seguridad-abandono-inseguridad-angustia. Una rueda cíclica en donde subyase la figura del padre ausente y de una madre afectivamente distante. Ese esquema se repite aún en la construcción de mi propia estructura familiar en donde me desapego de mis hijas y por lo cual hoy tengo una relación de gran distancia afectiva. El reemplazo afectivo es permanente cayendo en estados de angustia y euforia que se profundizan en esta etapa de mi vida adulta hacia la vejez por lo cual se profundiza mi sensación de desamparo e inseguridad. (Autonálisis superficial que resume que seguimos transitando el camino con la misma bosta entre las manos).

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