El SEXO como mercancía


"Sembremos semillas para cosechar la igualdad entre géneros"

Hoy el sexo es una gran cobertura que disimula todo, un uniforme, una mercadería común que se adquiere en "aparentemente" cualquier supermercado.

Se publicita a través de todos los medios, programas de espectáculos, radio, televisión, gráfica y publicidad: lo que denominamos comúnmente publicidad sexista.

Los valores y los sentimientos se relativizan, "quiero sexo", "tengamos sexo", "busco sexo" y "hago sexo".

Puede ser ocasional, estable, grupal, en pareja. Se intercambia, se cotiza, se recicla y fundamentalmente se descarta fácilmente.

Es el gran adorno de una civilización agónica en donde todo tiene poca importancia y en donde la ausencia del compromiso, de pareja estable pareciera que está fuera de moda.

Pero, detrás de esa gran pantalla, en donde todo el mundo se enrola y se desespera por consumir, se encuentra el vacío y la soledad.

Tal vez por eso los fines de semana grupos de amigos por un lado y amigas por el otro se reúnen a divertirse; "porque las mujeres son unas histéricas y no saben lo que quieren", mientras por el otro lado escuchamos la misma recriminación... Estoy sola desde hace un año, estoy solo desde hace 6 meses... ¿Estadísticas de soledad?, o ¿una causa recurrente en donde el sexo esconde otras necesidades de hombres y mujeres? Porque en definitiva cuando hacemos la gran pregunta: ¿Cuánto hace que nada de nada? las respuestas sorprenden y detrás del chico fashion y la chica fácil no es tanto sexo el que se tiene.

¿Acaso admitir que necesitamos ternura, compañía y afecto es mostrarnos débiles? ¿Cuánto de la cultura hay en nosotras y nosotros?

Los jóvenes buscan y esperan encontrar "algo" que los medios se encargan en ilustrar: cuerpos esculturales, músculos marcados, ropa de marca y una sonrisa estereotipada de publicidad de dentífrico o jabón.

"Yo cuando sea grande me voy a poner pechos" me decía el otro día una niña de 12 años. ¿Y los adultos? "Me separé luego de veinte años de convivencia y ahora me dedico a vivir la vida.". Y antes ¿qué vivía? Menuda reflexión después de haber transitado tanto camino ¿no?

Cuando uno confronta estos discursos plastificados de las relaciones ocasionales o el sexo express, rompen las frases hechas y siempre se encuentran seres tristes, nostálgicos que prefieren mucho más el compartir y sentirse re-conocidos por la otra persona que una noche de SEXO haciendo saltos ornamentales desde el ropero o competencia de rendimiento sexual.

Creo que en la era de la comunicación a través de celular, teléfono, internet y microchips inteligentes detrás de toda esa parafernalia existen los mismos varones y mujeres que se enternecían por un poema de amor o por un abrazo o una mano extendida que consuele una sórdida soledad. No está nada mal volver a ciertas fuentes y redescubrir lo que nos hace falta, lo que nos duele y lo que tanto extrañamos...

Empecemos a sembrar semillas de te quiero, te necesito y te acepto en el jardín de nuestras vidas para cosechar amor.

Por Norma Jara para el periódico El Andén en Papel.
Escuche todos los viernes a las 00.00 por AM1270 Radio Provincia
www.elanden-am.com.ar

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las palabras no deben morir: Tirifilo/a

Sobre el Apego

Osho: La soledad es fundamental