Construyendo mi oxímoron


La felicidad no es algo que cae del cielo o desde el pensamiento religioso judeo cristiano que nos indica que si nos portamos bien y hacemos caso, Dios el gran padre nos va a premiar siendo felices. El mandato premio castigo nos persigue durante toda nuestra existencia y el deseo infantil de "portarnos bien" significará la meta de que "seremos felices y comeremos perdices" pero portarnos bien que significa? Hacer caso a lo que nos mandan nuestros padres, nuestras parejas, nuestros hijos, nuestros maestros... Vivimos portándonos bien con la sociedad, con lo que nos rodea pero nos portamos bien con nosotros mismos?

Estamos de acuerdo con lo que sentimos y hacemos? Hacemos lo que realmente sentimos y queremos o sólo lo que debemos? Nos preguntamos si queremos hacer o tal cosa o las hacemos para que el otro no se enoje y nos castigue?

La imagen de un Jesús colgado de la cruz para salvarnos tiene una violencia desgarradora que nos llena de culpa y no nos hace olvidar jamás que tenemos que llenarnos de culpa. Desde la culpa y llevar nuestras pesadas cruces la felicidad nos caerá del cielo porque un papá castigador estará contento con nuestro deber y sacrificio.

Deber y sacrificio es la fórmula de la felicidad? Premio y castigo es la meta para hacer felices? Algo no está funcionando ya que vivimos cada vez más en un estado de infelicidad, soledad y violencia.

Este modelo de "temor a Dios" ya no tiene fundamento y el ser humano vive debatiendo lleno de culpa cómo construir un espacio de felicidad inmediata en vez de esperar tener que morirse para recibir el gran premio: Paz y Felicidad.

Quizás por eso desde hace unos cuántos años las religiones orientales proponen una salida más placentera para transcurrir nuestro propio karma o destino.

Teorías psicológicas como la "inteligencia emocional", "neurolinguistica" y demás nos van indicando un camino más coherente en donde el eje de la felicidad esté dentro nuestro y que cualquier modelo de felicidad se construye desde nosotros mismos hacia el afuera. Estructurando y reordenando nuestros pensamientos que desde ese convencimiento interno dará señales seguras y sanas de qué queremos y cómo lo queremos independientemente de cualquier mandato o estructura de felicidad autoimpuesta.

Si cada uno es único y diferente al otro no todos tenemos el mismo modelo "standarizado" de felicidad, de triunfo. No existe un manual de cómo ser feliz, la felicidad varía de acuerdo a las necesidades individuales de cada uno según tiempo y espacio. En nuestra historia de vida no siempre buscamos la misma felicidad por lo cual las palabras premio, castigo, deber, obligación, sacrificio no son válidas para todos/as de la misma forma.

Yo quiero crear mi propio modelo de felicidad aunque no exista otra igual para conciliar, estaré sola pero feliz y desde mi espacio chiquito grito que BASTA que comencemos a pensar en nosotros/as mismos/as y nos pongamos a reflexionar sobre nuestro propio modelo de felicidad.

Acá les dejo algunos apuntes que a mí me sirven, pequeños guijarros de un camino incierto que intento construir cada día de mi vida con adelantos y retrocesos pero creo que es mi última gran meta. Mi propio OXIMORON . Porque mi vida siempre fue un contrasentido pero llegué hasta hoy por lo cual desde esta palabra mágica que llega hasta mí podré construir mi modelo.

Notas relacionadas: ¿Es Posible la felicidad? Vínculo y Apego.


Boris Cyrulnik (2002) un psicoanalista que se ha dado a la tarea de estudiar a las personas que aprenden de la experiencia dolorosa para salir adelante y encontrar la felicidad, diferencia entre el bienestar y la felicidad. Considera que el bienestar remite a algo físico, por lo que uno se siente bien cuando todas sus necesidades están cubiertas; es una sensación inmediata que puede perderse al volver a estar en un estado de necesidad.

Rescatando algunos apuntes para mi oxímoron:

La felicidad en cambio, es el resultado de una representación, de una esperanza, de un proyecto de existencia; existe únicamente en la representación mental, por tanto, es fruto de la elaboración y algo a trabajar y construir en el encuentro con el otro.

“Cuando uno no sabe quién es, está encantado de que una dictadura se haga cargo de su persona.”

Etimológicamente la palabra oxímoron es un oxímoron en sí mismo ya que está formada por dos palabras opuestas: oxys = agudo, filoso y móros = romo, desafilado.Además de la palabra oxímoron, varias palabras incluyen dos significados diametralmente opuestos dentro suyo. Son paradojas comprimidas en una sola palabra: Claroscuro, Agridulce, Barbilampiño, Tragicómico.

Dinámicamente el concepto de "oxímoron" que describe la escisión del sujeto herido por el trauma, es un mecanismo de desprendimiento psíquico, diferente de los mecanismos de defensa. Es un mecanismo que permite superar los efectos del padecimiento por medio de la división de uno mismo. La parte de la persona que ha recibido el golpe sufre y produce necrosis, muere; mientras que otra parte mejor protegida, aún sana pero más secreta, reúne, con la energía de la desesperación, todo lo que puede seguir dando un poco de felicidad y sentido a la vida (Cyrulnik, 2001). Esta división del yo no se cicatriza totalmente, no se sutura, permanece en el sujeto compensada por los recursos yoicos que se enuncian como pilares de la resiliencia desde donde apuntala su recuperación (Asociación Escuela Argentina de Psicoterapia para Graduados).

Jorge Luis Borges habla del oxímoron en su cuento: El Zahir. "En la figura que se llama oximoron, se aplica a una palabra un epíteto que parece contradecirla; así los gnósticos hablaron de luz oscura, los alquimistas, de un sol negro."

Enlace a Imagen: Blog Inversamente con Kandinsky Wordpress

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