Cuánta Tristeza...

En la quietud de la noche
mi vida de insomnio
transita los caminos
del silencio,
de la soledad
del hastío...

Cada voluta de humo
acompaña el ritmo
de mi corazon y
una tristeza infinita
cobija, acaricia,
cada centimetro de mi piel.

Esa pared de silencio
que me invita a pertenecerle
un límite frágil y absurdo
entre la vida y la muerte
cuando todo carece de sentido
y el ahora se esfuma
en insondables caminos de pasado.

No pertenecerte
No poseer y no pensar
ya nunca mis manos van a poder acariciar
y mis ojos enceguecidos de desvelos
solo recogen instantes de nostalgia:
ya me pesa tanto el pasado...

Un camino dificil
de cuestas insanvables
que una y otra vez
pude resolver
la escarpada fue violenta
desgastante
para tan poco conquistar.

Perdí mi puerto, perdí mi hogar
Perdí mi castillo encantado
Perdí mi refugio...
queda sólo mi destino de juglar
que regala alegrías
y pensamientos tontos
a quien los quiere escuchar

Un cuadro inacabado
una cancion que desgrana
esa melodia que acompaña
tanta tristeza
tanto dolor
tanta desesperanza

Qué espero?
La muerte que no acude a mi llamado
y queda el suicidio lento
del que ya no tiene nada
para creer o descubrir

Un grito desesperado
de letras confusas
un llamado de auxilio
dentro de una botella rota
que naufraga en la inmensidad
de este océano de tristeza.




© Norma Jara - 2006





Imágen: "Una furtiva lágrima II" Mixed media / Canvas 25x75 cm.


© Nicoletta Tomas Caravia - 2005


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Las palabras no deben morir: Tirifilo/a

Sobre el Apego

Osho: La soledad es fundamental