Resolviendo ecuaciones de vida

El problema es resolver la forma de vincularnos y eso a veces nos lleva toda una vida. Traemos incorporados un bagaje de mandatos y de lecciones aprendidas desde nuestra infancia que nos resulta imposible resolver cuando nos enamorarnos.
Nos involucramos una y otra vez con personas equivocadas que creemos que amamos y que nos aman pero no es así y la rueda de dolor comienza (luego de haber tocado el cielo con las manos de tanta felicidad!).
El sentimiento de abandono de nuestros padres, nuestra autoestima construída con reprobaciones de nuestros padres, admirar a figuras parentales o modelos famiiares de maltrato y violencia, nos llevan a un deambular permanente en nuestras vidas afectivas buscando que se nos quiera y se nos apruebe (premio-castigo).
Creemos encontrar nuevamente un objeto de amor lo más alejado a lo que nos hace doler y con el tiempo vemos que el resultado se repite: la rueda de dolor, llanto, desconsuelo, maltrato, desamor comienza a girar nuevamente.
La angustia y la desesperación nos lleva a caminos de depresión en donde ponemos la mejilla una y otra vez creyendo que es la única forma de que nos quieran y que ese objeto de amor nos reconozca y nos elija.
Nuestro camino esta lleno de errores y de desaciertos. En el final de la relación viene el análisis y el descubrimiento espantoso que nuevamente nos engañamos y que lo que creíamos amar no era así.
Un ser egoista y demandante que nos dió apenas afecto y nosotros creíamos que era el "gran amor". Construimos una utopia afectiva en donde esa persona que amamos no la vemos objetivamente sino que damos ante de que pidan y nos creemos únicos al pensar que brindamos todo lo que necesitan. Depositamos en ellos/as ilusiones y construimos sobre ellos personajes emblemáticos, heróicos cuando sólo son seres llenos de inseguridad y debilidad y que se aferran parasitariamente a nosotros/as porque les facilitamos la utopía que necesitan para sentirse lo que no son. Y sobre cimientos falsos dificilmente se pueda construir demasiado y cuando la presión aumenta o el compromiso necesario para construir un futuro común en donde ambas partes pongan su cuota de fortaleza y lealtad todo el edificio se desmorona y nosotros justificamos al otro/a y asumimos la totalidad de la culpa del fracaso.
El 50% en una pareja es falso o si existe es un material escaso, siempre hay un gil que pone todo lo que falta y el otro se lleva los laureles desde el facilismo y la comodidad.
No es culpa del karma ni de la casualidad, nos gusta y elegimos sólo a aquellos seres que nos den la posibilidad de construir mundos de fantasía y ellos sólo deben subirse gratis.
Cómo lograr cambiar nuestra vinculación si esas personas son las que movilizan nuestros afectos? Cómo sanear nuestros afectos para encontrar una amor que sea correspondido y saludable y en donde no debamos dejarlo todo para hacerlos feliz a ellos/as?
Cómo encontrar una persona que nos respete en nuestra identidad y que no debamos cambiar para hacerlos felices a ellos/as? El ser un dador implica confundir nuestra capacidad de amar y amar más allá de nosotros mismos?
De una relación de maltrato psicológico terminé teniendo una relación wendy-peter pan en donde ciertas características se repiten y el resultado final es exactamente el mismo: descubrir a una persona egoista, demandante y distante que una vez que cumple y satisface sus deseos se desprende de mí quirúrgicamente.
Mi dolor y mi tristeza se recrea y me obnubila el corazón y el pensamiento atrapada en una vinculación obsesiva, cuanto mayor es su distancia mayor es mi empecinamiento.
Pero el dolor es viejo y primigenio y se remonta a mi primer dolor: el abandono de mi padre.
Años de análisis para reconocer que ese sentimiento renace y se recrea, una y otra vez, con objetos de amor equivocados.
Existirá un punto de sabiduría en el camino que recorremos en donde aprendamos a vincularnos desde la salud y no desde la neurosis? Aprenderemos a desprendernos en el momento oportuno y no cuando el tiempo transcurrido y el dar nos deje vacíos y sin fuerzas para volver a empezar?
O aceptaremos que no tenemos para elegir personas que nos hagan bien y deberemos sólo clausurar nuestra posibilidad de amar y ser felices?
En definitiva y pese a la lucha que emprendemos por conquistar lo inconquistable nos sentimos solos y abandonados...
Existen hombres que aman demasiado? me avisan si conocen alguno?

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